jueves, noviembre 01, 2018

La Perfección

   La gran mayoría de los seres humanos, pasan la vida tratando de alcanzar la Perfección, buscan siempre verse impecables de pies a cabeza, manteniendo una apariencia perfecta, tanto a la hora de vestir, como en las actividades que realizan a diario; esto está muy bien, porque nos permite tener una buena autoestima, vernos y sentirnos bien, nos ayuda de manera positiva. Pero el punto al cual quiero referirme hoy, es al estado de PERFECCIÓN al que tratan de llegar muchas personas, que aparentan tener todo bajo control y realmente no son capaces de vivir la vida a su máximo esplendor. 


   Por ejemplo: Existen aquellas personas que tienen que pasar casi todos los días por el salón de belleza, para mantener un cabello perfectamente arreglado, o gastan mucho dinero en productos para verse estupendas, (ojo: no critico a los que les gusta verse bien), simplemente me refiero a las personas que pasan gran parte de su tiempo, dedicados a verse excelente y se pierden de disfrutar las cosas simples de la vida.



   Una mujer que siempre tiene un cabello alisado, bien arreglado, por lo general, evita mojarselo con la lluvia (por ejemplo), si va a la playa o piscina, no disfruta el momento porque solo está preocupada en que no  se le dañe su hermoso cabello.

   Existen también, los que tratan de llevar una vida perfecta a nivel laboral y viven queriendo pasar por encima de los demás, compitiendo, ganándose a los jefes con las mil y una tácticas para siempre poder sobresalir; igual pasa en las relaciones, buscan tener una pareja que físicamente se vea perfecta y así poder presumirle todo el tiempo.



   Querer verse bien, tener un buen empleo, una buena pareja, un buen auto, una hermosa casa y todas esas cosas, está muy bien, es en esto en lo que la mayoría nos enfocamos, pero vivir pensando que somos perfectos y aparentar algo que no es, nos va a generar un gran conflicto con nosotros mismos.

   Disfrutar de todas las cosas de vida, desde la más simple hasta la más extravagante es el secreto, salir al aire libre, mojarse con la lluvia, bailar, nadar, correr, saltar, jugar con tus hijos, tu pareja, tus amigos, vivir como si fuésemos niños, sin preocuparnos por vanidades, ni por el que dirán los demás. No permitas que te impongan estereotipos que no tienen sentido y que sólo te van a quitar la alegría de disfrutar la vida plenamente.

   No vivas tratando de complacer a los demás, bien sea tus padres, pareja, amigos, sociedad; simplemente SE TU MISMO SIEMPRE, con tus virtudes y defectos, con tu cabello liso o rizado, con tus rollitos o tu cuerpo delgado.


   Todos somos ÚNICOS y no debemos olvidar que solamente DIOS ES PERFECTO, por eso disfrutemos de cada segundo de la vida, tenemos una sola, no la malgastemos en tonterías que a la final no nos llevan a nada. 

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