Muchas veces pensamos que Dios o el Destino (como mejor prefieran llamarlo), nos colocan en situaciones difíciles de llevar y de las cuales sólo nos provoca salir corriendo sin pensar en nada y dejar atrás todo eso que nos perturba o asusta.
Nos preguntamos porque estamos en un momento tan pesado de llevar, si nosotros no hemos hecho nada malo o daño alguno a ninguna persona; comenzamos a caer en el papel de víctimas y pensamos que las demás personas son responsables en algún modo por lo que estamos viviendo.
Ahora bien, es importante detenernos por un momento y darnos cuenta que de alguna manera u otra, nosotros mismos somos responsables de la mayoría de las situaciones que vivimos.
Sin ánimo de crear o buscar culpables o víctimas, debemos darnos cuenta que todo lo que pensamos lo atraemos hacía nosotros y lo manifestamos en nuestra vida.
A lo que quiero llegar, es que por encima de lo que estemos viviendo en un "Momento determinado", sea la situación que sea, nosotros mismos debemos encontrar la fuerza necesaria para afrontarla, sin añadirle o quitarle importancia a cualquier situación que nos agobie, perturbe nuestra paz y nos haga pensar que "ya no podemos más", somos nosotros los que debemos levantarnos, sacudirnos, secar nuestras lágrimas y seguir adelante.
Siempre he dicho: Lo que sea que estemos viviendo, por muy difícil que sea, siempre trae una enseñanza, un aprendizaje y es justo eso lo que debemos tomar.
Por muy difícil que sea el momento que vivimos, no debemos olvidar que solo es eso: UN MOMENTO y depende de nosotros quedarnos allí sufriendo permanentemente o aprender la lección y continuar hacía adelante.
Espero llegar de alguna forma a todos los que me leen y que mis palabras les reconforten (si es eso lo que necesitan). Especialmente a mis familiares y amigos acá en Venezuela por el momento que vivimos ahora, no olvidemos que esto es solo un momento y también pasará.
